Sabemos que se ha dicho y escrito mucho sobre el Ozono, sobre sus beneficios y la utilización del ozono en descontaminación, tanto del aire como del agua, tam bién en cuanto a desodorización.
Pero, si bien sobre el tema de la intoxicación relacionado con este gas hay bas tante bibliografía, este hecho llevó a que diferentes países avanzados a que establecieran las condiciones mínimas y máximas para la exposición de las personas en presencia del ozono.
Es decir, definir las dosis mínimas atóxicas y los períodos de tiempo de exposición para aquellas personas que utilizaran este gas en sus lugares de trabajo o permanencia durante muchas horas diariamente.
Ahora bien, lo mismo podríamos decir del oxígeno y es un gas vital para el organismo y la naturaleza. Hoy no se discute sobre si debe utilizarse o no, si no más bien del grado de las concentraciones según sus usos y otros condicionan tes.
En general, en las bibliografías se mezclan un poco los conceptos. Porque cual quier gas, también el oxígeno, fuera de una adecuada dosificación puede ser perjudicial para la salud.
Debemos tener en cuenta que la acción desodorante del OZONO no se debe a un camuflage u ocultamiento del olor, sino a una auténtica destrucción de la materia microorgánica que lo provoca.
Es el caudal de oxigeno potenciado que cumple con la función de germicida natural. Este caudal es mínimo, dentro del mínimo estipulado como seguro para su uso.
Si bien las dosificaciones varían según el investigador, esto es porque depende de las condiciones en donde se hayan tomado los datos (atmósfera, temperatura, flora sobre la que se realizó el estudio, humedad, etc). Se viene estudiando hace más de cien años.
Según el Profesor Dr. D'Autrec "La ozonoterapia tiene posibilidades ili mitadas pero se le rodea de silencio por el solo hecho que cura sin medi camentos "
En 1939 Witheridge y Yaglou, realizaron un experimento. Eliminar el "olor" de 95 personas adultas, de la "más baja categoría social", encerrados en una pequeña habitación, este olor quedó neutralizado por 0,015 p.p.m y se pudo disminuir la renovación de aire a la mitad.
Bisbini en el año 1964 afirmaba: "El ozono actúa como desodorante en concentraciones de 0,1 mgr O3 /m3 de aire."
Hoy sabemos, que incluso en bajas concentraciones menores que 0,1 p.p.m, tie ne una importante acción bactericida, fungicida y virulicida en general. Destruye con rapidez estreptococos, estafilococos, colibacilos, así como las más enérgicas toxinas diftéricas y tetánicas.
Renaud-Laport afirma en el discurso que pronunció ante el Comité Belga contra la Tuberculosis.:" Que eliminando las impurezas del aire al este rilizarlo con OZONO, se eliminaban un 98% de probabilidades de contraer enfermedades infecciosas."
Actualmente está considerado como límite más seguro en valor de 0,1 p.p.m (0,2 mgrs/m3 de aire), siendo este valor el aceptado por investigadores y asocia ciones científicas americanas desde hace 16 años, y se toma como base para calcular los porcentajes de ozono según sus usos y aplicaciones.
No obstante, el desarrollo ha sido lento, pero en 1857 fue Siemens quien cons truyó el primer generador de ozono y fueron muchos los investigadores (Olsen en 1913, Jordan y Franklin en 1913 también, Heise en 1917, Hartman en 1925, Rosenau y Malmann en 1946, Ingram en 1949), que a través de sus experiencias pudieron evaluar y demostrar las ventajas del ozono como desinfectante natural del agua como del aire.